EUROPA
PRESS
10
noviembre 2022
Un nuevo biomarcador podría ayudar a
diagnosticar precozmente el Alzheimer
Los investigadores han identificado un biomarcador que podría ayudar a los médicos a diagnosticar
la enfermedad de Alzheimer (EA) en una fase más temprana, cuando el paciente
pasa a tener un deterioro cognitivo leve (DCL), según publican en la revista
'ACS Chemical Neuroscience'.
El diagnóstico definitivo de la enfermedad de Alzheimer (EA)
sólo era posible después de la muerte, pero recientes estudios de biomarcadores han llevado al desarrollo de pruebas de
imagen y de líquido cefalorraquídeo para los que aún viven, si bien las pruebas
sólo pueden controlar la enfermedad grave, diferenciando la EA avanzada de
otros trastornos relacionados.
En la búsqueda de biomarcadores de
la EA, algunos investigadores han recurrido al estudio de cambios sutiles en
una proteína llamada tau. Estos cambios, o modificaciones postraduccionales,
pueden hacer que la proteína tau sea más propensa a aglutinarse, lo que conduce
a la pérdida de neuronas y al deterioro de la memoria.
Dos de estas modificaciones implican la fosforilación de tau
en aminoácidos específicos, dando lugar a versiones denominadas p-tau181 y
p-tau217. Se ha demostrado que estos biomarcadores
diferencian eficazmente los tejidos de la EA de los de personas con otras
enfermedades neurodegenerativas.
Dado que es útil contar con muchos biomarcadores
a disposición de los médicos, Bin Xu, Jerry Wang,
Ling Wu y sus colegas buscaron otros biomarcadores
p-tau que pudieran ser eficaces para el diagnóstico de la EA, o que tal vez
pudieran detectar la EA en sus primeras etapas.
Utilizando tejido cerebral post-mortem de pacientes con EA y
de sujetos sin EA, los investigadores identificaron varios biomarcadores
de p-tau asociados selectivamente a la agregación de tau. Al igual que p-tau181
y p-tau217, varios de estos biomarcadores
diferenciaban los tejidos de la EA de los controles sanos.
Uno de ellos, el p-tau198, también diferenciaba la EA de
otras dos enfermedades neurodegenerativas en las que se sabe que la tau se
agrupa. Otros experimentos demostraron que p-tau198 era tan eficaz como
p-tau181 y p-tau217 en estos ensayos. Y lo que es más importante, tanto p-tau
198 como p-tau217 podían diferenciar el tejido cerebral de los pacientes con
DCL -un signo temprano de la EA- de los sujetos de edad avanzada que no padecen
esta afección.
Según los investigadores, actualmente no existen biomarcadores bien establecidos que puedan diagnosticar el
DCL. Por tanto, p-tau198 y p-tau217 podrían ayudar a los médicos a intervenir
de forma temprana, a medida que se disponga de nuevos tratamientos, antes de
que se produzca un daño neurológico significativo. Además, los investigadores
afirman que este método podría utilizarse para encontrar biomarcadores
de tau con otras modificaciones aparte de la fosforilación.